(HATIEN - PHU QUOC ISLAND - DELTA MECON : CAN-THO, BE-TREN - HO CHI MIN)
Es uno de los pueblos fronterizos con Camboya y nuestro puerto de entrada al País.
Llegamos en una minivan que nos traslado directamente al puerto del pueblo, de donde viajariamos a las islas de Phu Quoc. El pueblo en sí tenía poco atractivo aparte de su importancia como conexión de entrada.
Comentar que de nuevo, tal como nos había pasado en Camboya, la frontera estaba sospechosamente llena de casinos..por que será?
Un Ferry de 2 horas nos llevaría hasta las famosas Islas de Phu Quoc, islas que a pesar de ser vietnamitas, estan más cerca de Camboya, que de su propio país.
Quisimos alojarnos en su capital, Duong Dong, ya que dado que la isla era tan grande, pensamos que sería la mejor opción, para tener todo cerca y después de allí movernos al resto de la isla. Sin embargo nos encontramos con que todos los hostels eran mucho más caros de lo que esperábamos. Nos recomendaron un hostel barato en Long Beach, una zona de playa bastante cercana al pueblo, asi que cogimos una moto taxi y para allí que fuimos! ( sin problemas, el conductor se coloca todo el equipaje delante y tu vas como un rey detrás).
Pero nuevamente nos encontramos con el timo- negocio de los lugareños hacía los turistas. Pasaron de la dirección que les dimos, y nos llevaron a unas cabañas que eran de unos amigos suyos y que por tanto se llevarían comisión. Al principio nos enfadamos por el engaño, pero después nos gusto el lugar, que además era bastante más barato, así que aceptamos el cambio.
Estuvimos alojados allí toda la estancía. Unas cabañas bastante acogedoras y totalmente equipadas en segunda linea de playa. La única pega, los mosquitos que deboraban a Marta.
La playa llamada Long Beach, como indica su nombre, era muy larga, pero no era especialmente bonita. El agua estaba turbia y con mucha corriente. Así que decidimos alquilar una moto y recorrer el resto de la isla.
Fuimos a Saõ Beach que decían era la playa más bonita de la isla. La pega fué que el camino nuevamente era pantanoso y de dificil acceso ya que todas las carreteras estaban en obras y cambiaban constantemente de sentido. Un cachondeo!
Finalmente llegamos, y la verdad que era bonita, arena blanca y aguas cristalinas y tranquilas.
Comimos, nos relajamos y volvimos a casa.
Otro atractivo indispensable de la capital de la isla es su Nigth Market, un mercado donde el principal atractivo son los puestillos-restaurantes de pescado fresco y marisco a un precio más que irresistible. Nosostros decidimos celebrar nuestra noche de San Juan con una muy buena mariscada, no podíamos dejar pasar la oportunidad. Y madre mía que rico!!!!!!
Tambien visitamos la fabrica de salsa de pescado, que según dicen es la más buena del mundo. Lo único que si podemos corroborar, es que el olor allí era intensísimo, y más de 15 minutos allí podría significar un desmayo profundo;-).
Y de allí vuelta a Hatien para continuar la ruta, a través del muelle portuario más largo de la historia. Interminable.
Lo primero que hacen las agencias es intentar venderte tours por esta zona situada al sur del País. Nosotros como teníamos tiempo, decidimos hacerlo por nuestra cuenta y evitar las excursiones masivas.
Cogimos un bus directamente desde Hatien al pueblo de Can Tho, uno de los más destacados y poblados en el delta del río Mecón.
Nada más llegar nos alojamos en un hotel, barato, pero hemos de decir que bastante horroroso, con cables llenos de polvo que salían por la pared.., no se si por las alturas del viaje en el que estabamos, o porque ya nos hemos vuelto más exigentes, pero decidimos al día siguiente pagar un poco más y cambiar de hotel. Muchísimo mejor, ni punto de comparación.
Lo que si es inevitable contratar para la visita del Delta, son los tours en barco que te pasean por el río. Nosotros lo contratamos directamente con el hotel. En Can Tho se encuentra el mercado flotante más grande así que había que visitarlo. A las 5:30 a.m nos esperaba nuestra barquera que nos llevaría de paseo durante 4 horas por el río. El madrugón mereció la pena.
Primero hicimos la parada de rigor en el mercado flotante, que consistía basicamente en un montón de barcos cada cual vendiendo su producto que anunciaba colocando una muestra en la punta del mástil. Principalmente vendían frutas y verduras. Curioso de ver la verdad.
De allí seguimos el recorrido turístico a la fábrica de noodles. Impactante, nunca hubieramos imaginado el proceso. Nos encantó verlo. Primero hacen la pasta de arroz, le dan forma y hacen una especie de tosta que se saca al sol. Despues hacen los fideos, todo manual, empacan y a venderlos!
Después continuamos la ruta de paseo por canales de río, muy bonito la verdad, nos recordó a pequeña escala a nuestro paseo por el río amazonas.
Aparte de todo esto, el pueblo ofrece un gran ambiente de puestillos y comida local. Visitamos su mercado, asi como el mercado callejero que se formaba desde primera hora de la mañana, donde cada uno cogía su sitio en la acera y se ponía a vender su producto. Principalmente fruta ( comprada en el mercado flotante) y pescado fresco.
De allí nos dirijimos a Ben Tre, otro pueblo situado en el Delta, pero más pequeño y nada turístico. Tanto es así que cuando llegamos no fuimos capaces de encontrar un hotel!
Tras unas cuantas vueltas con mochila y calor agoviante, unos lugareños nos indicaron los unicos dos hoteles del pueblo, no había más opción.
Aquí nos dedicamos a pasear y perdernos por sus calles. Se trataba de un Can Tho a muy pequeña escala.
Y llegamos a la capital del sur, también conocida como Saigón.
La verdad es que nos sorprendió gratamente, pensabamos que nos sobraría tiempo, pero finalmente dió más de sí.
Recorrimos sus lugares más emblemáticos, como la catedral de Notre Dam, el famosos Post Office, el palacio de la unicaficaión, y numerosos parques.
Nos perdimos por sus calles, y probamos de todo por los puestos callejeros, una de nuestras actividades preferidas ;-).
También como era imprescindible visitamos el museo de la guerra. Cuanta atrocidad! Casi 17 años de guerra que dejó imágenes impactantes así como secuelas que no se borrarán jamás. La verdad que fue una visita bastante dura.
Como no tuvimos bastante, decidimos visitar los tuneles de Cu Chi, más de 200 km subterráneos construidos en tres nieveles diferentes que sirvio de refugio para miles de familia durante los años bélicos. Nos dieron la oportunidad de bajar y caminar unos metros por ellos y os podemos asegurar que fue una de las experiencias más claustofóbicas vividas, así que no queremos imaginar vivir años allí...
También pudimos visitar los talleres donde trabajan haciendo manualidades las generaciones posteriores a la guerra que nacieron con malformaciones debido a los efectos del gas naranja..
La verdad que fue todo bastante desagradable, pero nos dió una pequeña idea de lo que vivió esa pobre gente, y que tal vez puede explicar su forma de ser actual.
También nos perdimos por el mercado de Ben Tranh, donde se puede encontrar de todo, comida, ropa, imitaciones de las grandes marcas (muy común en todo Vietnam) y a cualquier hora del día.
Por último disfrutamos de las terrazas improvisadas que montaban los bares sobre la acera y la carretera, sin importar por donde pasaría el peatón) . El simple hecho de observar el trásito y cada persona peculiar, era todo un entretenimiento!
Degustamos su buenísima comida y verduras. " Morning Glory " adictos ( una verdura que comian buenisima!) , así como sus famosos rollitos crudos vegetales..que rico todo!
Así nos despedimos del País, nos quedará pendiente el centro norte para el próximo viaje, para dejar Asia de forma definitiva y emprender rumbo a Oceanía. Los Kiwiws nos esperan!
Bye bye Asía! Bye bye summer time!
- Hatien
Es uno de los pueblos fronterizos con Camboya y nuestro puerto de entrada al País.
Llegamos en una minivan que nos traslado directamente al puerto del pueblo, de donde viajariamos a las islas de Phu Quoc. El pueblo en sí tenía poco atractivo aparte de su importancia como conexión de entrada.
Comentar que de nuevo, tal como nos había pasado en Camboya, la frontera estaba sospechosamente llena de casinos..por que será?
- Islas Phu Quoc
Un Ferry de 2 horas nos llevaría hasta las famosas Islas de Phu Quoc, islas que a pesar de ser vietnamitas, estan más cerca de Camboya, que de su propio país.
Quisimos alojarnos en su capital, Duong Dong, ya que dado que la isla era tan grande, pensamos que sería la mejor opción, para tener todo cerca y después de allí movernos al resto de la isla. Sin embargo nos encontramos con que todos los hostels eran mucho más caros de lo que esperábamos. Nos recomendaron un hostel barato en Long Beach, una zona de playa bastante cercana al pueblo, asi que cogimos una moto taxi y para allí que fuimos! ( sin problemas, el conductor se coloca todo el equipaje delante y tu vas como un rey detrás).
Pero nuevamente nos encontramos con el timo- negocio de los lugareños hacía los turistas. Pasaron de la dirección que les dimos, y nos llevaron a unas cabañas que eran de unos amigos suyos y que por tanto se llevarían comisión. Al principio nos enfadamos por el engaño, pero después nos gusto el lugar, que además era bastante más barato, así que aceptamos el cambio.
Estuvimos alojados allí toda la estancía. Unas cabañas bastante acogedoras y totalmente equipadas en segunda linea de playa. La única pega, los mosquitos que deboraban a Marta.
La playa llamada Long Beach, como indica su nombre, era muy larga, pero no era especialmente bonita. El agua estaba turbia y con mucha corriente. Así que decidimos alquilar una moto y recorrer el resto de la isla.
Fuimos a Saõ Beach que decían era la playa más bonita de la isla. La pega fué que el camino nuevamente era pantanoso y de dificil acceso ya que todas las carreteras estaban en obras y cambiaban constantemente de sentido. Un cachondeo!
Finalmente llegamos, y la verdad que era bonita, arena blanca y aguas cristalinas y tranquilas.
Comimos, nos relajamos y volvimos a casa.
Otro atractivo indispensable de la capital de la isla es su Nigth Market, un mercado donde el principal atractivo son los puestillos-restaurantes de pescado fresco y marisco a un precio más que irresistible. Nosostros decidimos celebrar nuestra noche de San Juan con una muy buena mariscada, no podíamos dejar pasar la oportunidad. Y madre mía que rico!!!!!!
Tambien visitamos la fabrica de salsa de pescado, que según dicen es la más buena del mundo. Lo único que si podemos corroborar, es que el olor allí era intensísimo, y más de 15 minutos allí podría significar un desmayo profundo;-).
Y de allí vuelta a Hatien para continuar la ruta, a través del muelle portuario más largo de la historia. Interminable.
- Delta del Mecón: Can Tho - Be Tren
Lo primero que hacen las agencias es intentar venderte tours por esta zona situada al sur del País. Nosotros como teníamos tiempo, decidimos hacerlo por nuestra cuenta y evitar las excursiones masivas.
Cogimos un bus directamente desde Hatien al pueblo de Can Tho, uno de los más destacados y poblados en el delta del río Mecón.
Nada más llegar nos alojamos en un hotel, barato, pero hemos de decir que bastante horroroso, con cables llenos de polvo que salían por la pared.., no se si por las alturas del viaje en el que estabamos, o porque ya nos hemos vuelto más exigentes, pero decidimos al día siguiente pagar un poco más y cambiar de hotel. Muchísimo mejor, ni punto de comparación.
Lo que si es inevitable contratar para la visita del Delta, son los tours en barco que te pasean por el río. Nosotros lo contratamos directamente con el hotel. En Can Tho se encuentra el mercado flotante más grande así que había que visitarlo. A las 5:30 a.m nos esperaba nuestra barquera que nos llevaría de paseo durante 4 horas por el río. El madrugón mereció la pena.
Primero hicimos la parada de rigor en el mercado flotante, que consistía basicamente en un montón de barcos cada cual vendiendo su producto que anunciaba colocando una muestra en la punta del mástil. Principalmente vendían frutas y verduras. Curioso de ver la verdad.
De allí seguimos el recorrido turístico a la fábrica de noodles. Impactante, nunca hubieramos imaginado el proceso. Nos encantó verlo. Primero hacen la pasta de arroz, le dan forma y hacen una especie de tosta que se saca al sol. Despues hacen los fideos, todo manual, empacan y a venderlos!
Después continuamos la ruta de paseo por canales de río, muy bonito la verdad, nos recordó a pequeña escala a nuestro paseo por el río amazonas.
Aparte de todo esto, el pueblo ofrece un gran ambiente de puestillos y comida local. Visitamos su mercado, asi como el mercado callejero que se formaba desde primera hora de la mañana, donde cada uno cogía su sitio en la acera y se ponía a vender su producto. Principalmente fruta ( comprada en el mercado flotante) y pescado fresco.
De allí nos dirijimos a Ben Tre, otro pueblo situado en el Delta, pero más pequeño y nada turístico. Tanto es así que cuando llegamos no fuimos capaces de encontrar un hotel!
Tras unas cuantas vueltas con mochila y calor agoviante, unos lugareños nos indicaron los unicos dos hoteles del pueblo, no había más opción.
Aquí nos dedicamos a pasear y perdernos por sus calles. Se trataba de un Can Tho a muy pequeña escala.
- Ho Chi Min
Y llegamos a la capital del sur, también conocida como Saigón.
La verdad es que nos sorprendió gratamente, pensabamos que nos sobraría tiempo, pero finalmente dió más de sí.
Recorrimos sus lugares más emblemáticos, como la catedral de Notre Dam, el famosos Post Office, el palacio de la unicaficaión, y numerosos parques.
Nos perdimos por sus calles, y probamos de todo por los puestos callejeros, una de nuestras actividades preferidas ;-).
También como era imprescindible visitamos el museo de la guerra. Cuanta atrocidad! Casi 17 años de guerra que dejó imágenes impactantes así como secuelas que no se borrarán jamás. La verdad que fue una visita bastante dura.
Como no tuvimos bastante, decidimos visitar los tuneles de Cu Chi, más de 200 km subterráneos construidos en tres nieveles diferentes que sirvio de refugio para miles de familia durante los años bélicos. Nos dieron la oportunidad de bajar y caminar unos metros por ellos y os podemos asegurar que fue una de las experiencias más claustofóbicas vividas, así que no queremos imaginar vivir años allí...
También pudimos visitar los talleres donde trabajan haciendo manualidades las generaciones posteriores a la guerra que nacieron con malformaciones debido a los efectos del gas naranja..
La verdad que fue todo bastante desagradable, pero nos dió una pequeña idea de lo que vivió esa pobre gente, y que tal vez puede explicar su forma de ser actual.
También nos perdimos por el mercado de Ben Tranh, donde se puede encontrar de todo, comida, ropa, imitaciones de las grandes marcas (muy común en todo Vietnam) y a cualquier hora del día.
Por último disfrutamos de las terrazas improvisadas que montaban los bares sobre la acera y la carretera, sin importar por donde pasaría el peatón) . El simple hecho de observar el trásito y cada persona peculiar, era todo un entretenimiento!
Degustamos su buenísima comida y verduras. " Morning Glory " adictos ( una verdura que comian buenisima!) , así como sus famosos rollitos crudos vegetales..que rico todo!
Así nos despedimos del País, nos quedará pendiente el centro norte para el próximo viaje, para dejar Asia de forma definitiva y emprender rumbo a Oceanía. Los Kiwiws nos esperan!
Bye bye Asía! Bye bye summer time!