viernes, 28 de junio de 2013

CAMBOYA: la gran sorpresa. TAILANDIA : de paso.

( TAILANDIA: BANGKOK // CAMBOYA : SIEM REAP - TEMPLOS DE ANGKOR - PHNOM PENH - SIHANOUKVILLE - KOH RONG ISLAND - KAMPOT - RUTA POR LA PROVINCIA)



TAILANDIA

  • Bangkok

Para llegar a Camboya volamos desde Delhi a Bangkok ( Tailandia ) ya que era la opción mas rentable. Decidimos pasar dos días en Bangkok disfrutando de la ciudad, su comida y recordando lo buenos momentos pasados en la ciudad dos años atras, cuando estuvimos varias semanas recorriendo el país de Norte a Sur ( ya agregaremos la experiencia en un post extra tras el viaje)


 


 


De allí fuimos a la estación de trenes en busca de un tren que debía llevarnos a la frontera con Camboya ( unas 5 h aprox) y menos de 1€ por ticket, no esta nada mal. Eso sí comodidades las justitas, unos bancos duros como piedras y unos ventiladores que no funcionaban...la ventana fué nuestra via de ventilación. La verdad que pudimos disfrutar de unos paisajes espectaculares por la zona Este del Pais.









Al llegar al pueblo fronterizo, cogimos un Tuk-Tuk que nos llevara a la frontera, donde tramitariamos directamente el visado de Camboya. Ya veniamos avidos de que intentan timarnos, pero lo que no sabiamos era la cara dura que tenían! El Tuk-Tuk nos llevo a un lugar ( pensamos que seria la frontera puesto que era donde le pedimos ir ) que resultó ser una agencia que quería hacernos unos visados el triple de caros que en la frontera! Salimos de alli en cuanto nos dimos cuenta del percal y el del tuk tuk que estaba compinchado, con la cabeza agachada accedió a llevarnos a la frontera real. Vaya mafia tienen montada.




Alli mismo y sin más problemas nos tramitaron el visado, y tomamos un taxi con otras dos mochileras que nos llevaria a Siem Reap, pueblo camboyano a unas dos horas de la frontera, y tremendamente conocido por los famosos templos de Angkor


CAMBOYA

  • Siem Reap - Templos de Angkor

Finalmente llegamos a Camboya. Y que grato recibimiento. Primero encontramos un hotel, bastante chulo y recien abierto, con una habitación que nos encantó por 3€/persona. Segundo fuimos a comer algo y nos impresionó lo barato y bueno que era todo. Tenia pinta que ibamos a disfrutar del lugar. Todos los lugareños eran super simpaticos. Intentaban venderte cosas pero sin insitir demasiado y con una sonrisa en la boca. Se respiraba paz y felicidad en el ambiente :-).




El día siguiente nos lo pasamos relajandonos por el pueblo sin hacer nada en especial, más que disfrutar, visitamos su mercado, algun templo que encontramos, comimos bien, y nos tomamos algunas cervecitas y gintonics, el precio de 0,75€ por cada uno lo hacían irresistible! El pueblo estaba lleno de bares y totalmente destinado al turismo, tal vez poco autentico, pero nosotros disfrutamos el poder comer y tomar algo por poco dinero, se agradeció :-).Tambien nos llovio, era curioso porque llovia de forma exagerada durante media hora, el pueblo se inundaba, y después ya no llovia más..epoca monzónica.















Al día siguiente fuimos a visitar los famosos templos de Angkor, que maravilla! Y que grandes! Es un recinto de muchisimos kilometros donde estan repartidos unos 30 templos, o los restos que quedan de ellos. Normalmente recomiendan hacer la visita en 2 o 3 dias en bicicleta, ya que para ir de unos templos a otros hay varios kilometros, o realizar la visita en 1 dia, pero con un Tuk tuk que te traslade para que de tiempo a todo. Nosotros optamos por esta opción, y la verdad que muy contentos, nos encantaron! Pero despues de 7 horas viendo templos, ya nos dimos por satisfechos.

















Pasariamos un dia mas disfrutando de la paz camboyana y por la noche cogimos uno de esos buses literas que tanto les gustan y que son incomodisimos. En vez de asientos tienen literas, pero aunque ha de ser mas cómodo, para nosotros no lo fué, habia poco espacio y la postura no era del todo agradable.





De alli llegaríamos a Phnom Penh, la capital del país.

  • Phnom Penh

Nada más llegar nos recibió una maratón anual, intentamos participar pero con las mochilas se hacía complicado, jeje.







buenisima esta fruta




La ciudad no es excisivamente turística, así que intentamos visitar lo más recomendado. Entre ellos destacar el palacio real, muy ostentoso y con mucho oro, sin embargo salimos un poco decepcionados, porque la entrada a pesar de ser costosa, no te permitía ver mas que una cuarta parte del total de recinto, un poco timada vamos..













También visitamos una antigua escuela, que después se convirtió en un centro de tortura utilizado por los jemeres rojos. También habían excursiones a los campos de concentración utilizados por los mismos, sin embargo con lo visto, teniamos suficiente, cuanta atrocidad cometida..muy duro.





También visitamos su famosos nigth market, donde podías encontrar todo tipo de pintxos y noodle soups, donde lo curioso era que en lugar de poner sillas, los puestos colocaban unas alfombras y ala, todo el mundo a comer al suelo. También había concierto todas las noches.





Aprovechamos para sacarnos el visado para Vietnam, que sería nuestro siguiente destino, y en este caso no era posible hacerlo en la frontera. La embajada Vietnamita en Phnom Penh lo tramitaba sin problemas, a golpe de talonario claro esta.


Lo que nos encontramos por el camino, transportan de todo en una moto!

La ciudad tenía poco más que ofrecer, así que nos perdimos por sus calles, y paseamos por su paseo junto al rio, y emprendimos ruta en bus con destino a Sihanoukville, capital playera del país.



  • Sihanoukville y Koh Rong Island

Ya veniamos avisados de que Sihanouville, a pesar de ser el pueblo de playa por excelencia de la costa Camboyana, estaba sucio y era bastante feo, así que limitamos su visita lo justo hasta coger el barco que nos llevaría a la isla de Koh Rong, a unas dos horas de distancia.





Pero que relax de Isla! Nos recordó muchísimo a las islas de Tailandia que ya habíamos visitado en años anteriores, y es normal puesto que se encuentra en el mismo golfo de Tailandia.
Era una isla pequeña, pero acogedora, arena blanca y aguas cristalinas. Tenia una amplia oferta de hoteles muy economicos, 2-4 €/ persona en habiatción con baño compartido. De hecho como veis en las fotos, las vistas desde la habitación eran más que perfectas!.




La verdad que alucinamos porque la mayoría de los negocios los llevaban europeos que habían decidido dejarlo todo e irse alli a vivir. La verdad es que es como para plantearselo dado los tiempos que corren, poco dinero, montas tu chiringuito, y vives alli, sin más preocupación que ser feliz...posible destino para vivir? Pués segun como...porque no!:-).






También había ( aunque en minoría) algún que otro puestillo de los locales, y la verdad que intentamos siempre comer y consumir alli, nos hacía más gracia que nuestro dinero fuera a ellos. Pero la verdad que es un destino de relax total, buena playa, buena gente, y todo baratisimo!, comida 1€, cerveza 0,50€, y si querias algo menos autoctono, pues si que ya era algo más caro.







Intentamos ir a otra playa, Long Beach, que se encontraba al otro lado de la isla. sin embargo el acceso era de casi una hora a pie, por un camino lleno de fango, subidas, y descensos por rocas. No fuimos avisados, e ibamos con chancletas, asi que casi al final del trayecto decidimos darnos la vuelta antes de despeñarnos, un poco exagerado tal vez..jeje, pero la verdad que nos hubiera gustado hacerlo con otro calzado menos resbaladizo.






Después de unos días increibles, decidimos seguir con la ruta rumbo a Kampot, pueblo situado a una escasa hora de la frontera con Vietnam.


En las paradas del bus, alucinamos de como se sentaban sobre si mismo, que equilibrio!

Gasolineras

  • Kampot-Ruta por la provincia

Nos encantó! Hemos de comenzar por esta afirmación porque realmente pasamos unos días increibles, no esperabamos mucho de este pueblo y nos enamoró. Nos habían comentado que el pueblo en sí no tenía gran cosa, y la verdad que así fué, pero se respiraba una paz y una tranquilidad que lo llenaba todo.

Nos alojamos en un hotel, que no solo estaba muy bien, si no que nuevamente era muy barato.
Nada más llegar nos dedicamos a pasear por las calles del pueblo y junto a su río, a comer bien, y a husmear por el mercado del pueblo, donde encontramos todo tipo de comida y de ropa.








Al día siguiente alquilamos una moto (3€/día) con la intención de ver un pueblo cercano Kep, que comentaban que tenía unos mariscos buenísimos, propios de pueblo pesquero. Sin embargo, como podeís ver en las fotos, la carretera de acceso era un auténtico barrizal, donde las motos parecían motos de agua, así que decidimos antes de hacer aquaplaning, cambiar nuestra ruta por una carretera, aunque no asfaltada ( eso era pedir demasiado) si menos enfangada.





Que paisajes tan bonitos!! No podíamos hacer otra cosa más que parar y hacer fotos, mirar a ambos lados de la carretera, y ver esos campos de arroz, esos arboles y palmeras frondosos y un paisaje propio de una tierra donde el agua la alimenta cada día.









Intentamos visitar unas cuevas que nos habían comentado que estaban por el camino, madre mía lo que nos costó encontrarlas! Alli lo de señalizar no saben lo que es, y les enseñas un mapa y no saben ni donde estan ellos mismos. Pero finalmente tras dar más vueltas que un tio vivo..lo encontramos! Que preciosidad! Allí habían niños que te ofrecían hacer de guias, si o si, así que al final nos hicimos un pequeño amigo. Que bonito!





Aprovechamos a comer en unos puestos en medio de la nada, donde creemos que eran los primeros guiris que veían en mucho tiempo. No sabiamos como comunicarnos, así que acabamos comiendo lo que la señora quiso ponernos...una guarradilla buena :-).. Y un cafe buenisimo! Que bueno es el cafe en general de esta zona, como con sabor a chocolate, nos encanto!





Después de todo acabamos tomando unas cervecitas, en uno de tantos bares que tiene el pueblo. Al igual que en las islas, muchos son los occidentales venidos aqui para montar negocios, dejando atrás su estresada vida, para vivir en un pueblo donde la mayor preocupación es saber lo que comeras hoy. También nos dijeron que para montar un negocio allí lo que unico que necesitas es algo de dinero ( no mucho) y ganas, lo del papeleo y burocracia alli no hace falta... A veces las cosas son todo lo complicado que uno quiere..De hecho este pueblo estaba sospechosamente lleno de hombres pasados los 60 venidos de europa, que vivian alli, y donde con pensiones que tal vez en sus paises no les daba ni para el alquiler, en este pueblo les permitía vivir de lujo, comiendo y bebiendo todos los dias fuera, y disfrutando de la paz y tranquilidad. Curioso.





Decidimos quedarnos unos días más, y realizar un curso de cocina camboyana, ya que la comida nos encantaba. Totalmente recomendable! La mujer que nos enseño fue un encanto. Nos llevo a comprar los ingrediente al mercado y después en 2 horas nos enseño a preparar un amouk y un khmer curry increiblemente bueno! Y por si eso fuera poco, no entrego despues un albun de fotos que nos había hecho sin darnos cuenta durante el curso, incluyendo las recetas redactadas..no pudo ser mejor la experiencia.







De allí, a pesar de estar tan bien,seguimos con nuestra ruta y emprendimos rumbo a Vietnam.

La verdad que nos quedamos con una sención muy buena del país y de su gente, un destino no tan turístico ni promocionado como otros, y del que no esperabamos mucho,y tal vez por eso nos ha soprendido tanto. Sencillo, bueno , bonito , barato, gente amable y sonriente..feliz.