( SAN BLAS - PANAMA CITY - BOCAS DEL TORO (ISLA COLÓN) - PORTOBELO -COLÓN )
Esta vez cambiamos el bus por un velero! Desde Cartagena de Indias (ya os contamos la historia para ir hasta Panamá) encontramos una pareja de franceses que estaban viajando por el mundo con su hijo y que justamente estaban pasando unos días en Cartagena y se dirigían hasta Panamá y para hacerse unos eurillos ofrecían el trayecto que hacen la mayoría de veleros profesionales de Cartagena a San Blas por un precio más económico, así que no lo dudamos y tras negociar las condiciones y el precio final nos embarcamos en el velero.
Y allí estuvimos con la pareja de franceses, su hijo de 5 años y otra pareja de franceses durante 2 noches y 3 días, de los cuales una noche y un día y medio fueron de navegación pura con mucho viento y mucho oleaje, y pasando la noche entera sin poder dormir, y eso si, con una buena dosis de pastillas antimareo en el cuerpo.
Después de desayunar unos potentes pancakes tomamos un famoso diablo rojo (el mítico autobús panameño, lleno de gente y con la música a tope) y nos fuimos a migración, que esta en la otra punta de la ciudad, con el fin de solucionar el problema con el "no sello" del pasaporte, ya que os podeis imaginar que en nuestro trayecto del puerto a la ciudad, no hubo ningún control de aduana, que era lo que los lugareños nos habían indicado previamente.
Nos quedamos el fin de semana disfrutando de la City y el lunes a primera hora ya estábamos contándole nuestra historia al cónsul el cual nos redactó la carta que pedían en migración, y directamente nos fuimos para allá, esta vez ya vestidos con el uniforme reglamentado, aun así nos pusieron problemas y otra vez tuvimos una acalorada discusión con el guarda de la puerta.
- San Blas
Esta vez cambiamos el bus por un velero! Desde Cartagena de Indias (ya os contamos la historia para ir hasta Panamá) encontramos una pareja de franceses que estaban viajando por el mundo con su hijo y que justamente estaban pasando unos días en Cartagena y se dirigían hasta Panamá y para hacerse unos eurillos ofrecían el trayecto que hacen la mayoría de veleros profesionales de Cartagena a San Blas por un precio más económico, así que no lo dudamos y tras negociar las condiciones y el precio final nos embarcamos en el velero.
Vistas de Cartagena desde el mar. |
De lo mejor durante la travesia, el atardecer. |
Y allí estuvimos con la pareja de franceses, su hijo de 5 años y otra pareja de franceses durante 2 noches y 3 días, de los cuales una noche y un día y medio fueron de navegación pura con mucho viento y mucho oleaje, y pasando la noche entera sin poder dormir, y eso si, con una buena dosis de pastillas antimareo en el cuerpo.
Suerte de las pastillas anti mareo! |
Finalmente llegamos a San Blas, y si, creemos que aquello es lo más parecido al paraíso que nunca podremos llegar a conocer.
Llegando con el velero a las islas de San Blas. |
El velero fondeó en una zona rodeada de islitas con las palmeras cocoteras, el agua turquesa, la arena blanca.. igual que en las fotos, increíble. Ya era tarde así que no tuvimos tiempo de hacer muchas cosas, un baño, unas cervecitas y contemplar las estrellas.
La mañana siguiente después del desayuno Marta se fue a la islita más cercana a tumbarse a la playa y Francesc se fue de pesca submarina donde alucinó con los meros y las barracudas y algún tiburón que pasaba por allí (de los pequeños) lástima que el equipo de pesca era más que rudimentario y nos tuvimos que conformar con la buena tortilla que les cocinamos al resto de la tripulación a modo de despedida, ya que después de comer nos iban a llevar a una islita donde acabaría nuestra aventura del velero, pero no de las paradisiacas islas!
Welcome to paradise! Este fue nuestro hostel por 4 noches, no esta mal, no? |
Cuando llegamos a la isla, la sorpresa fue que estaba abarrotada de gente, y las de los alrededores también, así que nos sentimos un poco decepcionados, preguntamos si siempre era así, y nos dijeron que al día siguiente se iba todo el mundo, que eso era porque era carnaval. Aunque no nos lo creímos del todo nos sentimos más tranquilos, así que instalamos las hamacas donde pudimos y a intentar dormir, pero no pensamos que por la noche hiciera tanto frío!
La habitación. |
Bueno al día siguiente pudimos comprobar como la gente iba recogiendo y se iba marchando y al final nos quedamos los dos solitos en la isla! Decidimos cambiar de isla e ir a la de al lado que tenia mejor pinta y aquello fue de lo mejorcito del viaje! Allá estábamos los dos solitos en una islita (la misma de la foto) con las aguas cristalinas, la arena blanca, las palmeras, el sol…. Y solamente compartíamos la isla con una familia de Kunas (la tribu india que habita las islas) que se preocupaban de que todo estuviera bien y de ir a pescar nuestra comida y nuestra cena y suministrarnos una tienda de campaña, todo a un precio irrisorio. Perfecto!
Relax, relax y más relax. |
El desayuno, platano frito.... |
Después de 4 días súper desconectados y relajados decidimos que ya tocaba visitar Panamá city así que les pedimos a unos indios que nos llevarán hasta Carti, que es el “puerto” por decirlo de alguna manera, desde donde se toma la carretera hasta la City.
Antes de pasar a la ciudad, comentaros que siempre a la entrada de un país, se han de sellar los pasaportes, para que quede constancia la fecha en la que se ha entrado, y controlar así la estancia máxima dentro del mismo, casi siempre limitada a 3 meses. El caso es que esta vez entramos por barco a Panama, y no teniamos muy claro donde había que realizar este proceso.
La pareja francesa del velero nos dijo que debíamos de sellar el pasaporte en Porvenir, que era una isla donde estaba el control de migración, pero parecía que al ser las fechas de carnavales no había nadie y nos recomendaron que fueramos directamente a la City. Les preguntamos a los indios de la isla después para contrastar opiniones y nos dijeron que efectivamente no habría nadie en el puesto de migración y que por el camino hasta la City había un puesto donde nos pondrían el sello.
Bueno pues nos lo creímos y emprendimos camino a Panama ciudad sin nuestro sello, sin saber los problemas que esto nos acarrearía
La pareja francesa del velero nos dijo que debíamos de sellar el pasaporte en Porvenir, que era una isla donde estaba el control de migración, pero parecía que al ser las fechas de carnavales no había nadie y nos recomendaron que fueramos directamente a la City. Les preguntamos a los indios de la isla después para contrastar opiniones y nos dijeron que efectivamente no habría nadie en el puesto de migración y que por el camino hasta la City había un puesto donde nos pondrían el sello.
Bueno pues nos lo creímos y emprendimos camino a Panama ciudad sin nuestro sello, sin saber los problemas que esto nos acarrearía
- Panama City
Después de desayunar unos potentes pancakes tomamos un famoso diablo rojo (el mítico autobús panameño, lleno de gente y con la música a tope) y nos fuimos a migración, que esta en la otra punta de la ciudad, con el fin de solucionar el problema con el "no sello" del pasaporte, ya que os podeis imaginar que en nuestro trayecto del puerto a la ciudad, no hubo ningún control de aduana, que era lo que los lugareños nos habían indicado previamente.
Ya empezamos mal, resulta que en Panamá no se puede entrar en ningún edificio publico en pantalón corto, falda, tirantes o chanclas. Y como íbamos nosotros vestidos a 30·C??
Pues Francesc se quedó fuera sin camiseta con los guardas de seguridad vigilándolo constantemente y Marta entro con una camiseta 2 tallas más grande, después de discutir intensamente con el guarda de la puerta.
Después de perder el tiempo y la paciencia no conseguimos nada, resulta que allí no ponen sellos de entrada del país, nos pidieron un documento oficial de la embajada española exponiendo los hechos y solicitando el sello de entrada.
Después de perder el tiempo y la paciencia no conseguimos nada, resulta que allí no ponen sellos de entrada del país, nos pidieron un documento oficial de la embajada española exponiendo los hechos y solicitando el sello de entrada.
Tomamos un taxi pero llegamos tarde a la embajada y allí ya no había nadie, y era viernes, así que nuestros planes se esfumaron..
Parrilla de salida. |
Nos quedamos el fin de semana disfrutando de la City y el lunes a primera hora ya estábamos contándole nuestra historia al cónsul el cual nos redactó la carta que pedían en migración, y directamente nos fuimos para allá, esta vez ya vestidos con el uniforme reglamentado, aun así nos pusieron problemas y otra vez tuvimos una acalorada discusión con el guarda de la puerta.
Cuando entramos y explicamos que veníamos con la carta de la embajada, ya empezamos con el rollo de que esto tiene que ir por correspondencia y tarda unos días y bla bla bla, así que cogimos la carta y intentamos acceder directamente al director de la oficina, no lo conseguimos pero si llegamos al director de investigación, le expusimos toda la historia le mostramos la carta y nos dijo que volviéramos al día siguiente. Y así lo hicimos, el martes a primera hora tomamos un diablo rojo y otra vez a migración y después de pasar media mañana allí haciendo cola con los inmigrantes ilegales esposados (poco nos faltaba a nosotros!) al final lo conseguimos!
Pero no era un sello de entrada sino que era un sello de registro, así que fuimos al aeropuerto al control de migración para ver si de verdad no había ningún problema para salir del país con aquel sello, y suerte que fuimos, porque nos tuvieron más de 2 horas esperando ya que nadie sabia que había que hacer con aquel sello, finalmente lo solucionaron. Si llega a ser el día del vuelo lo perdemos seguro!
Esto son peluquerias. |
Durante estos días en la City pudimos disfrutar de lo emocionante e incomodo que es ir en los diablos rojos, de como la vida tiene otro ritmo, ni mejor ni peor, simplemente distinto. De como conviven los grandes contrastes de zonas pobres, abandonadas y sucias, con las zonas de rascacielos (de un estilo muy pasado de moda) y lujo.
Es una ciudad donde se echa de menos que haya un punto medio que conecte las dos partes, nos costó acostumbrarnos.
Skyline de dia. |
Skyline de noche. |
Mercado de pescado y marisco. |
Delicioso ceviche! |
También aprovechamos para visitar el famoso Canal de Panamá y ver en acción todo es sistema de compuertas y como los barcos pasan por el canal con menos de medio metro de margen a los costados, bastante impresionante.
En el pequeño museo pudimos hechar un ojo a toda la historia que hay detrás del canal, y como os podéis imaginar, no fue una obra nada fácil.
Bueno, ya con todo el papeleo arreglado y aun con el regusto de San Blas, nos vamos para Bocas del Toro.
- Bocas del Toro (Isla de Colón)
Llegamos muy pronto por la mañana después de pasar toda la noche en el bus, o en el congelador porque que les pasa aquí con el aire condicionado? Lo ponen a tope! nosotros íbamos preparados con pantalón largo, jerséis, mantitas y aun así nos congelamos. Aunque la gente del bus proteste, ellos el aire a tope.
En Bocas del Toro estuvimos 3 noches, y nos llovió todos los días….
El primer día lo pasamos en la ciudad y paseando por los alrededores, la ciudad es muy pequeña pero muy entretenida, y por recomendación expresa de unos amigos nos tomamos unos roncitos en el bar “El Barco Hundido” aun así llegamos a flote a la cama.
Barco hundido. |
Roncito! |
El día siguiente no desmotivados porque seguía el mal tiempo decidimos explorar la isla Bastimentos, tomamos una barquita que nos llevó hasta el puerto de la isla y allí comenzamos a caminar hasta la playa Red Frogg Beach, pero es que el camino hasta allí fue una de las grandes odiseas de este viaje.
Al menos nos pudimos tomar una cerveza y bañarnos. Desde allí pudimos tomar un barco directo para volver al hostel.
El último día nos fuimos a la playa de Boca del Dragón y Playa la Estrella, al menos allí pudimos ir en minibus y en barca. La playa Estrella, es muy bonita, y con mucha marcha, ya que esta llena de chiringuitos que sirven cerveza y ron y tienen su música a tope, también se puede comer pescado y langostas.
No pudimos estar mucho rato ya que esa misma tarde salía el bus que nos devolvería a la City.
Pero decidimos que valdría la pena pasar un día a Portobelo, así que justo llegar a la terminal de buses de la City nos montamos en otro bus nos llevaria al siguiente destino.
- Portobelo
Este pueblo debe su nombre al que un día fue un puerto muy bonito, y es que la bahía donde se encuentra es hermosa y los restos de la fortificación de lo que algún día fue un gran puerto dejan imaginarte fácilmente lo espectacular que debía ser aquello en sus años de gloria.
Así que nos entendimos como pudimos, ya que él era extranjero y en aquellas horas y en aquel estado solo era capaz de pronunciar sonidos que parecían algún tipo de dialecto de inglés de taberna medieval.
Pasamos el día paseando por el pueblo y por las runas, y preguntándonos porque lo tenían todo tan olvidado, tan dejado y tan sucio. Parecía mentida que un lugar con a tan bonito y con tanta historia pudiera estar tan “hecho polvo”. Pero bueno así estaba y no íbamos a ser nosotros quienes lo iban a solucionar.
Suerte que durante esos dias no se acercó ningún pirata. |
Pasamos la noche tomando una cerveza en la plaza del pueblo y la mañana siguiente nos volvimos para la City, donde pasamos un par de días visitando contactos y paseando por la cinta costera parando en el mercado de mariscos a comer un buen ceviche y cenar en alguno de los antros de la avenida central del casco viejo, o alguna hamburguesa callejera.
- ADIÓS SUDAMÉRICA!
Ya hemos cerrado la primera etapa del viaje, por decirlo de alguna manera, y esque ya nos hemos recorrido (casi) toda sudamérica, hemos batido records de horas en bus y de dias seguidos comeindo arroz y platano frito, hemos conocido mucha gente, nos han pasado mil y una aventuras.
Hemos sufrido, nos hemos agobiado y nos hemos enfadado, pero también lo hemos pasado genial, hemos conocido otras culturas, hemos visto mundo y nos hemos sentido libres, y lo más importante es que esto ya no nos lo quita nadie!
Y por ahora continuamos para los USA, de momento parada (y larga) en Nueva York!